Horarios: De miércoles a sábado de 20 a 00 horas. Sábado y domingo (brunch): de 11 a 13, de 13 a 15 y de 15 a 17 horas.
Reservas: Sí
Teléfono: 2418 0089
Correo: [email protected] / @ibarra_brunch_bistro
Detalles: Los días de brunch, el precio promedio es de 700 pesos por persona. En la cena, el precio aumenta a 1.000 pesos por cada comensal. Se recomienda hacer reserva antes de asistir al lugar.
En una antigua casa de Parque Rodó, sobre la calle Durazno, se encuentra Ibarra, un restaurante caracterizado por sus brunchs de fin de semana y sus cenas con grandes influencias asiáticas. Hoy, luego de un año de haber inaugurado, Florencia Ibarra y Gabriel Bialystocki se presentan con una propuesta gastronómica renovada y un nuevo menú que sorprende el paladar de cada comensal.
Mix de fin de semana
En Ibarra, hablar de fin de semana es como hablar de brunch. Allí se mezclan preparaciones y opciones gastronómicas que refieren a diversas partes del mundo. Entre los más pedidos aparecen las hamburguesas, acompañadas de boniatos asados y alioli; el sándwich de porchetta (pan de avena y miel, pickles de cebolla colorada y salsa verde); y los huevos (que pueden ser revueltos, poché, omelette o fritos) sobre tostadas o waffles con palta y diversos acompañamientos.
En el menú también aparecen opciones vegetarianas y veganas, y especiales como el hummus con alcachofas fritas o cordero braseado, y paltadillas (tortillas de maíz con palta, cherry, pickles de cebolla y salsa de queso y cilantro), que también se convierte en otro de los platos más pedidos.
Se acerca el final
En cuanto a las opciones dulces, en el brunch de Ibarra se ofrecen waffles que pueden ir acompañados de dos toppings (ganache de chocolate, banana caramelizada, frutos rojos y salsa de dulce de leche); una barra helada de snickers (helado de almendras, toffee y maní tostado, bañado de chocolate); s´mores (malvavisco casero quemado, ganache de chocolate amargo y galletas Graham caseras); y apple crisp (helado de vainilla y miel de panal).
Todas estas preparaciones pueden pedirse con variedad de bebidas. Algunas especiales como el capuccino sucre (con salsa de caramelo y chocolate rallado) o matcha latte; clásicos como capuccino, cortado, té, espresso; preparaciones frías como limonada, exprimido natural, agua o refrescos; y bebidas alcohólicas como cervezas y vinos.
Hora de la cena
En las noches, la carta de Ibarra da un giro en todas sus propuestas. Aparecen pequeños platos con influencias asiáticas, de las cocinas de Vietnam, Nigeria, China, Marruecos, México, y más, que incluyen opciones veganas, vegetarianas, sin harina y, también, picantes.
Ejemplos de ello pueden ser el arroz jollof (estofado nigeriano de arroz, vegetales, chile y plátanos fritos), las dumplings, el pozole rojo (cazuela mexicana de maíz blanco y chile, con vegetales y tostadas con queso fresco), pho (sopa vietnamita de carne con fideos de arroz, brotes, hierbas y costilla asada), y más. También hay platos dulces como el mamul con helado de azafrán (pastelito típico de Medio Oriente, relleno de dátiles, canela, nuez y cardamomo), la torta vietnamita de banana, o el sándwich helado de cannoli. A esta novedosa propuesta también se suman nuevos vinos y tragos que acompañarán este viaje culinario.
Quise darle una oportunidad hoy porque fui hace 2 años y el dueño » el degustador itinerante» ex encargado de Sucré Salé nos atendió muy mal, nos hechó prácticamente. Volví hoy y me atendió una señora mayor, super desagradable al hablar, como hablándote desde un altar, prepotentemente. Al parecer trabajan solo con reservas que cubren 2 horas cada una. Si vas en el momento sin reserva, y justo hay una mesa libre, se te advierte que corrés el riesgo de que se reserve y te tenés que ir. ¿Dónde se ha visto este mamarracho? En otros lugares si no está reservada la mesa, cero stress, está libre y punto. Nadie quiere comer intranquilo, me fui por supuesto, pero se pierden un buen cliente y tal vez nadie te reservaba esa mesa. Mal pensado. Pésima atención de la encargada. Nunca más vuelvo.
Parece que no te das la oportunidad de sentirte bien .
Estuve hoy con mi familia, domingo 4 de setiembre de 2022 para almorzar. El lugar muy simpático, la atención buena, nos decidimos por el brunch, los huevos. La verdad que no encontramos sabores especiales, cada plato venía con 2 huevos fritos y algo más, los chorizos de cordero no sabían a cordero, un pequeño acompañamiento sobre un trocito de palta que no se de que se trataba y 3 tostaditas. Todo correcto. Muy caro para lo que ofrecen. Me decepciono.