Todos conocemos nuestro mercado de frutas y verduras, donde todas las madrugadas se arman los grandes puestos y descargan los camiones de los productores del agro de todo el país.
A lo largo de los años, este sitio ha encerrado infinidad de historias de falta de seguridad, compras en gran volumen, personas del mal vivir, etc.
Un día, cansado de que los verduleros a domicilio me “asaltaran” y de no tener nunca referencias de los precios que realmente cotiza el mercado, tomamos valor con unos colegas y nos aventuramos a hacer nuestras compras en el mercado modelo.
Llegamos en la camioneta y nos indicaron que podíamos ingresarla dentro del mercado, para que se imagine le dejamos la radio puesta y las puertas sin tranca.
Aunque nunca se ven hasta que uno se va, hay personas, que vigilan los coches mientras usted compra tranquilamente.
No se puede describir la magnitud del lugar en espacio físico, no salíamos del asombro, ya que no daría un día entero para recorrer todos los puestos. La arquitectura del lugar es increíble, pero lo que se vive dentro es mejor aún.
Ya mas animados comenzamos a preguntar tímidamente precios y los puesteros divisaron que éramos unos novatos haciendo nuestras primeras armas. Varios de ellos nos explicaron el funcionamiento del mercado “recorran y pregunten, no muestren interés al comprar”, y así lo hicimos. Fuimos comprando todo lo que necesitábamos y mas también a unos precios que no se podían creer, recorriendo encontramos puestos minoristas para los productos de menudeo, sin contar los vendedores de hierbas aromáticas que son muy difíciles de conseguir.
Me resulto difícil entender, que la persona que cargaba a nuestro lado en otra camioneta dejaba todas sus comparas en el piso sin que nadie las cuidara y nadie tocara nada. Este fue el momento donde nos dimos cuenta de que el mercado tiene sus códigos.
Todas las personas que trabajan dentro, son gente respetable y muy honesta, desde los grandes puesteros hasta los changadores que hacen su trabajo en unos carros muy altos esquivando a los perdidos como nosotros.
Todo se mueve muy rápido y hay que estar muy despierto, para conseguir la mejor mercadería por el menor precio y ese es el juego que todos participan todas las madrugadas.
Para que tenga idea de precios le cuento: 1 cajón de zapallitos de 20k sale $ 100, 1 plancha de tomates de 10 k sale $ 100, 1 cajón de berenjenas de 12 k sale $ 150, 1 docena de atados de acelga $ 120. Si, no me lo diga, usted piensa como yo, “por que nunca vine antes”. (precios marzo 2015)
Al día de hoy somos habitué del mercado y compramos sin problemas en todos los puestos, mayor y menor, y lo que es mejor, nunca tuvimos ningún problema, nos respetaron como personas desde el primer día como lo hacen con todos aquellos que van a comprar por primera vez.
Si no conoce el mercado, no solo se esta perdiendo de una buena compra, sino también de un paseo inolvidable de la mano de nuestra cultura.
Esteban Briozzo
El Chef Esteban Briozzo está involucrado en la actividad gastronómica desde el año 1991. Posee una sólida formación de muchos años en alta cocina a nivel nacional e internacional. En el año 2001 crea su empresa: Esteban Briozzo Gastronomia Integral, desde entonces cuenta con gran prestigio y amplia cartera de clientes.
En la actualidad Esteban Briozzo Gastronomía Integral es un equipo de trabajo especializado, cuyo principal objetivo es el asesoramiento, planificación y ejecución de la mas amplia gama de eventos gastronómicos.