A principios de Junio, durante la ceremonia de premiación en Londres, se dio a conocer la afamada lista de restaurantes elegidos en una nueva edición de Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo, patrocinado por S. Pellegrino & Acqua Panna. Esta lista es el resultado de la votación llevada a cabo por un jurado conocido como La Academia, organismo compuesto de aproximadamente 1000 expertos del rubro e instaurado con el fin de aportar descubrimiento y conocimiento de la cultura gastronómica y los diversos estilos de cocina y restaurantes a nivel internacional. Para representar la escena mundial de la mejor forma, La Academia se creó mediante un proceso de división del mundo en 27 zonas geográficas. Cada una de éstas cuenta con un líder, quién selecciona a otros 35 miembros. Estos elegidos son chefs, periodistas gastronómicos, y sibaritas, entre otros, para ocupar los restantes cargos de La Academia.
Como antesala de esta revelación, en mayo se habían dado a conocer los restaurantes que ocupan desde la posición 51 hasta la 100; Sí, el nombre de la lista alude a los 50 mejores, pero los 50 que le siguen también son elegidos y ranqueados, tomando muchos esta lista como adelanto para pronosticar qué restaurantes podrían ocupar las primeras 50 posiciones.
El evento es también responsable de la Lista de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina, y de la Lista de los 50 Mejores Restaurantes de Asia, ambas surgidas en 2013.
En esta ocasión, el primer lugar a nivel mundial se lo llevó el restaurante español El Celler de Can Roca, de los hermanos Joan, Jordi y Josep Roca, ubicado en la ciudad de Girona, España. En otras ocasiones El Celler se posicionó en los primeros puestos de esta afamada lista: En 2013 también ocupó el primer puesto, en 2014, 2012 y 2011 estuvo en el segundo puesto y en el 2010 en el cuarto. Sin duda este es una de las visitas obligadas si uno viaja a Girona.
En la lista lo secundaron en orden: Osteria Francescana (Italia), Noma (Dinamarca), Central (Perú), Eleven Madison Park (Estados Unidos), Mugaritz (España), Dinner by Heston Blumenthal (Reina Unido), Narisawa (Japón), D.O.M. (Brasil) y Gaggan (Tailandia).
De la lista dada a conocer en mayo, Estela, del chef uruguayo Ignacio Mattos (junto al experto Thomas Carter),se sitúa en el puesto 90, dándole a Uruguay una pequeña representación en este prestigioso ranking. Este restaurante está ubicado sobre la calle neoyorkina de Houston. Sorprenden además de lo exquisito y cuidado de sus platos americanos con influencias de la cocina lationamericana, la relación calidad-precio de los mismos y su vasta carta de vinos con más de 200 títulos principalmente de bodegas francesas, alemanas e italianas.
Uruguay también se hizo presente en la lista latinoamericana del 2014, adueñándose de la posición número 17 con el Parador La Huella, y de la posición número 45, La Bourgogne, ambos restaurantes ubicados en Punta del Este. En la cocina del Parador La Huella manda el chef Alejandro Morales, y su estilo culinario se define, humildemente, como comida sencilla de mariscos y platos asados. Justamente, una de sus especialidades es la corvina entera asada acompañada de verduras también asadas, papas escrachadas, y puré de calabaza. Por otro lado, La Bourgogne, restaurante a cargo del chef francés Jean-Paul Bondoux y su esposa, ofrece cocina al mejor estilo clásico francés y su plato principal es el confit de cordero con coulis de ajo y perejil.
Quien obtuvo en setiembre del año pasado el primer puesto en la lista de Los 50 Mejores Restaurantes de América Latina, en este nuevo panorama mundial ocupa la cuarta posición. Central, del chef Virgilio Martínez y Pía León, instalado en la ciudad Lima, apuesta por la reinvención de la cocina peruana dándole un giro muy cuidado y original, y trascendiendo lo estrictamente culinario mediante la incursión en aspectos nutricionales, biológicos y antropológicos. Sorprenden el uso que se le da a la cyanobacteria comestible denominada cashuro (tomada de los humedales andinos), así como a la papa helada. ¿Un dato curioso? Central recomienda reservar con 30 días de anticipación para un almuerzo o una cena.