Historia y fusión en la cocina y el bar de Negroni

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Dirección: Guipúzcoa 352 esquina Bolivar Baliñas.
Horarios:
de lunes a domingos de 18:00 a 01:00 horas.
Reservas: Sí
Teléfono: 2716 7903
Correo: [email protected]
Detalles:
  Un espíritu italiano con aires neoyorquinos se respira en Negroni Montevideo desde la entrada. Este bistró característico del Palermo Hollywood bonaerense -que nació hace cinco años y se expandió a varias ciudades de la región- saltó el charco hace tres años y medio con una franquicia que se instaló en la esquina de Guipúzcoa y Bolívar Baliñas, en pleno Punta Carretas.

Bar de especialistas

El bar, con su bien surtida barra, es uno de los punto altos de Negroni, donde los amantes de la alta coctelería dan rienda suelta a su pasión. Allí se preparan desde tragos clásicos hasta nuevas fusiones firmadas por su bartender, Sebastián Cella. Como su nombre lo indica, este bar homenajea al cóctel que inventó el conde Negroni hace más de 90 años a base de gin, Campari y vermú rojo. Además del clásico, el Sbagliatto (que sustituye el gin por el espumante) y el Ladys (con azúcar de Campari y perfume de naranja), la carta se extiende por una larga lista de cócteles, vinos, espumantes y cervezas. La carta es la misma en todos los locales de la cadena, excepto por un trago, que identifica a esa sucursal. En este caso es el Reina Roja, preparado con whisky americano, lima, apple cider, jalea de frutos rojos, almíbar de vainilla y ahumado de canela.

Cocina cosmopolita

En la cocina se preparan platos italianos como antipasti, insalate, panini y dolci, mientras que el toque cosmopolita lo aporta el sushi con sus combinados nikkei (cocina japo-peruana) y ceviches. Pero también se sirven pastas, ojos de bife, parrillada de mar, así como las clásicas minutas de un bistró. La decoración que invita a quedarse y una música que despide la tarde con algo de lounge o jazz y va recibiendo la noche con funk y electrónica, crean un ambiente frecuentado no solo por gente joven; familias enteras e incluso abuelas se sienten a gusto en sus mesas. Fotos: Manuel Mendoza