En un día primaveral, uno de los mejores en lo que va del año, tuvimos el gusto de probar el vino ícono de Bodega Garzón: Balasto.
Recorrer la viña, conocer de cerca el suelo o terroir, la gran biodiversidad, el cuidado, el respeto y el criterio con que seleccionan las parcelas para la elaboración de este vino, hace que todo se convierta en una experiencia inolvidable. El imponente paisaje que rodea a la bodega, junto a una arquitectura que nada tiene que envidiar a las mejores bodegas del mundo, ayuda a reforzar el concepto.
Las mejores parcelas
Balasto es un blend hecho con las mejores parcelas de Tannat, Cabernet Franc, Petit Verdot y Marselán, que se desarrollan de manera excelente en la zona. Alberto Antonini, enólogo internacional y creador de este vino junto al Enólogo local Germán Bruzzone y el Ingeniero Agrónomo Eduardo Félix, concuerdan acerca de la bodega: «su proximidad al océano y la influencia de su brisa limpia y fresca, hacen de Garzón un lugar único para lograr vinos de primera calidad».
Les presentamos esta serie de imágenes que intenta transmitir la experiencia Balasto.
Fotos: Manuel Mendoza